miércoles, 25 de diciembre de 2013

Más vale tarde que nunca

La frase "más vale tarde que nunca" puedo aplicarla a mi tardía observación de la película "Naranja Mecánica" del genio cineasta Stanley Kubrick, cuya última película antes de morir "Ojos bien cerrados" es una de mis favoritas. Estrenada en 1971 (dos años antes de mi nacimiento), por increíble que parezca la acabo de terminar de ver completa y en calidad Alta Definición, en estos fríos días de diciembre, tras haberla bajado de internet previa búsqueda en Taringa.

No sé exactamente que me llevó a verla ahora, son 42 años después de su estreno y Naranja Mecánica es una película excelente y moderna en todos los sentidos. Sin ser un crítico de cine puedo decir que me encantaron las tomas, la banda sonora, y el manejo de los temas en un mundo distópico (término que se ha puesto de moda últimamente con novelas como Los Juegos del Hambre). Como toda película adaptada de un libro, quizá la cinta no le haga justicia a la obra original de Anthony Burgess, pero es una cinta que marcó un hito en la historia del cine.

Magistral, es el mejor calificativo para Naranja Mecánica. 

Me llama la atención también su influencia en el mundo de la música, pues la banda sonora es considerada la primera producida con sintetizadores, lo cual marcaría a una generación de músicos europeos que años más tarde impulsarían el género Synth Pop a partir de la escuela fundada por los alemanes Kraftwerk. 

Por si sola, la música de la Naranja Mecánica es un agasajo para los oídos, y logra despertar sentimientos acordes a las imágenes que se proyectan en la pantalla. Es obra de la compositora llamada Wendy Carlos. Los temas de la película son densos, pues cabe destacar que por muchos años estuvo censurada debido a las reacciones que se le atribuyeron entre la sociedad de su época. En resumen es una obra maestra que todos deben ver con los "ojos bien abiertos".


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