lunes, 16 de mayo de 2016

Donald Trump ¿un nuevo Rey Ciro?

El fenómeno Donald Trump es como lo fue el internet para las comunicaciones. La barrera del sonido se ha roto. Las fortalezas políticas intentarán aprender esta nueva forma pero será demasiado tarde. Una nueva era está sobre nosotros este año. Es bueno y malo, pero está aquí y no vamos a volver atrás. El imperio se está cayendo. El momento es el mayor de los Estados Unidos para el avivamiento. El futuro está avanzando sobre nosotros. Siento la aprehensión de un tiempo de gran riesgo, siento emoción, pero casi no importa cómo me siento porque está llamando a mi puerta. ¡Hola desde el otro lado!



Leí con asombro las palabras anteriores en una publicación de Facebook hecha por Steve Witt, un importante líder cristiano de Brunswick, Ohio. Me sorprende esta visión y es de mi interés analizar la manera como un político de la calaña de Donald Trump, puede parecer algo bueno para la mentalidad de amplios sectores de la sociedad norteamericana, y me hace pensar que es real la posibilidad de que este personaje gane la presidencia de Estados Unidos. Empecemos.

Con justa razón se ha acusado a Trump de muchas cosas. Misógino, racista, xenófobo y una mentalidad retrógrada que le ha llevado a proponer la construcción de un muro en la frontera con México, una mega obra que pagaríamos los mexicanos con nuestro propio dinero. Ante la tibia respuesta del gobierno mexicano, una retahila de conservadores panistas han salido a ganar terreno con su postura anti Trump, como es el caso de Calderón, Jorge Castañeda y el nefasto de Vicente Fox, cuyos mensajes causan más risa que admiración.

Por mucho que nos caiga mal Trump, es interesante saber la otra cara de la moneda, porque después de todo, una vez que sea nominado como candidato del partido Republicano, la posibilidad de convertirse en el sucesor de Obama es verdadera, y entonces sí, nuestras peores pesadillas como mexicanos pueden hacerse realidad.

Me pareció justo responder a las palabras de Steve Witt, este pastor-predicador carismático a quien conocí vinculado al movimiento de la Bendición de Toronto, cuyo “crew” considero ampliamente informado y preparado intelectualmente. Así que le escribí: “el imperio está cayendo. Trump es como Nerón”. Este pensamiento lo había leído de alguien en Twitter, es un símil de cómo la llegada de Trump significaría la evidencia de la decadencia norteamericana, y por lo tanto el umbral de su caída. Sin embargo, Steve Witt inconmovible respondió: “(Lo que escribí) no es un juicio de Trump. Es un anuncio de un nuevo día y viejos modos de pensar no se mantendrán por más tiempo. La historia registrará esto como otra edad oscura o como un renacimiento. Me inclino por lo segundo. Trump es un precursor del pensamiento fresco, imperfecto, pero nuevo”.

Quedé todavía más asombrado y reflexioné ¿cómo puede alguien pensar que Trump representa un pensamiento fresco? Entonces caí en la cuenta que para un gran sector del conservadurismo evangélico, Trump representa el regreso a los valores nacionalistas más arraigados, por ello el lema “Hacer Estados Unidos grande de nuevo” representa un retorno al pasado aparentemente glorioso, conservador y evangélico de la nación. Para ser precisos, lo que Witt estaba diciendo no es que “Cristo esté representado en Trump”, sino que lo ve como alguien, quizás el único que puede lograr:
  1. Detener la amenaza de ISIS
  2. Equilibrar la economía mundial
  3. Proteger las libertades religiosas

Es claro que en realidad, no todo el conglomerado evangélico ha manifestado su apoyo a Trump, y tampoco estamos seguros que lo hará cuando sea nominado como candidato. Personajes como Russell Moore y Max Lucado han hablado abiertamente contra el magnate. Pero es creciente la idea entre estos grupos fundamentalistas, que Trump es una especie de Rey Ciro, ese personaje bíblico que se nos cuenta “fue usado por Dios” para hacer retornar a los judíos a Jerusalén, a pesar de que él no era un ser piadoso ni creyente. Trump sí lo es, ha manifestado su cristianismo, pero su moralidad no refleja integridad a lo largo de su vida, tal y como lo demanda la visión evangélica.

En el análisis de Steve Witt, Trump sería una especie de Winston Churchill, un hombre que “no siempre fue celebrado como un gran líder. Era fumador, a veces crudo, incluso misógino. Una vez una mujer le dijo que estaba asquerosamente borracho. Su respuesta fue: querida, usted es asquerosamente fea, yo mañana estaré sobrio y usted seguirá fea".
“Hay muchos sitios web que tratan sobre los comentarios extravagantes y actividades de este gran líder mundial. Tenía exactamente lo que se necesitaba para detener a Hitler en el canal, para despertar a un país de nunca darse por vencido y asociarse con Estados Unidos para encontrar la victoria final en Europa. No lo quisieras como tu pastor, tal vez ni siquiera como tu padre, pero él era el líder correcto para ese momento en la historia de Inglaterra. No estoy seguro de que hubiera votado por él .... pero él era el hombre adecuado”.
“Creo que sería increíble tener un líder justo, que entienda las complejidades de la economía, la salud, la defensa, la inmigración, con gran sensibilidad a las instituciones religiosas, un corazón para los pobres, una visión para el futuro. Si ese líder fuera una persona de oración, formidable en la palabra de Dios y amara la iglesia local, me regocijaría, pero no creo tendremos esa opción en noviembre”.
“En lugar de eso, vamos a ver a alguien que es imperfecto… voy a votar por la mejor oportunidad para los Estados Unidos. Yo creo que Dios ha tenido una mano en la historia de Estados Unidos. Espero que también tendrá una mano en su futuro”.
Así lo manifiesta el predicador mencionado.

Por el otro lado, Hillary Clinton, como la posible candidata demócrata, representa lo contrario a los valores de los amplios sectores evangélicos en Norteamérica. Hay que recordar que ella ha enarbolado la bandera del matrimonio igualitario, que sigue siendo la gran losa moral que ha caído sobre el cristianismo militante.
Pero la realidad es otra, detener a ISIS y rescatar la economía mundial, particularmente la recuperación de los precios del petróleo, no son asuntos que dependan exclusivamente del presidente de Estados Unidos, y sí de una política exterior que sea conciliatoria y abogue por los equilibrios necesarios en el conjunto de las naciones, algo que particularmente no parece ser el fuerte de Trump. El magnate es la imagen del hombre exitoso, pragmático, alguien que parecer tener respuestas a los miedos de la clase dominante norteamericana, pero a la vez es claramente un personaje sin principios y sin ideología, alguien que como en el argot de la calle como remedio puede resultar peor que la enfermedad.

lunes, 28 de marzo de 2016

Black Celebration


Una foto publicada por Arturo (@u14) el
Fue en 1991 cuando comencé a seguir la música de Depeche Mode. Como dije anteriormente, una parte de mí era profundamente rockera, habiendo empezado con el hard rock de Bon Jovi hasta escalar con los maestros del thrash metal, desde Metallica hasta Sepultura. Pero al crecer en medio de una cultura pop, mis sentidos estaban abiertos a experimentar con todo tipo de música, así que cuando un amigo de la preparatoria en Villahermosa me prestó unos cassettes de los dioses del synth pop británico, yo quedé realmente alucinado con su sonido. En aquellos días acababa de salir el Violator que los catapultó al éxito mundial, pero yo estaba interesado en ir hacia atrás y comencé a buscar su discografía, primero tal vez el concierto 101 que había sido grabado en Pasadena en 1988, luego el Music for the Masses, hasta llegar al "Black Celebration" cuyos sonidos me llenaron de melancolía, de cierta depresión y ansiedad, pero que satisfacían una necesidad del alma. Es difícil describir para un fan del cuarteto de Basildon lo que sentimos por el disco Black Celebration, pero sin ser un disco comercial se convirtió en un referente para muchas vidas, e hizo capaz que la música de Depeche Mode fuera el puente entre dos mundos, el de la música electrónica y del rock.
Hasta la fecha, el Black Celebration sigue siendo un disco que se disfruta en la sagrada soledad, con la luz apagada y una vela encendida, mientras cantamos tratando de exorcizar esos sentimientos que se van y vuelven para definir nuestra personalidad, sentimientos que comienzan con la desesperanza de "haber tenido un día negro", pero redimidos con el amor y la esperanza de un nuevo día, ese que comienza con el sonido de una intensa lluvia de otoño.

El primer disco de Depeche Mode... el único con Vince Clarke

Una foto publicada por Arturo (@u14) el
Una foto publicada por (@u14) el 22 de Feb de 2013 a la(s) 4:07 PST

domingo, 27 de marzo de 2016

Cuando Metallica dominaba el mundo

Vacaciones de Semana Santa.
El miércoles 23 de marzo de 2016, realicé junto con mi hija un recorrido por los municipios de Jalapa, Tacotalpa y Teapa, con la idea de capturar algunas fotografías de la plaza central de esos lugares y de sus parroquias representativas.
Al pasar por Jalapa, la llamada tierra del dulce, no pude dejar de pensar que en ese lugar no pasa el tiempo, pues parece detenido con la poca actividad de sus habitantes, como lo era desde aquellos años cuando yo era un joven de preparatoria y lo visitaba para estar con dos o tres amigos disfrutando de cervezas y de música heavy metal. 
Años más tarde también visité Jalapa, para realizar algunos proyectos de la universidad, que tenían que ver con sesiones de modelaje y fotografía a chicas guapas de esa localidad, las cuales tienen en su mayoría la aspiración de ser embajadoras de belleza en la tradicional Feria de Tabasco, estudiar una carrera y emigrar hacia otras ciudades más prósperas y con mayores oportunidades.
Pero hay familias que están arraigadas en los pequeños municipios, y que ni con todo el oro del mundo emigrarían, pues han aprendido a amar a su tierra, esperando ahí que pasen los diferentes ciclos de la vida, o en su defecto llegue el "fin del mundo" pronosticado por los credos religiosos.
Me acordé de la familia "Solís Ramírez" a la cual pertenecen dos grandes amigos: Eugenio y Cuiti. Todos ellos crecieron en Teapa pero emigraron a Jalapa, donde han vivido principalmente de la profesión de "cultores de belleza". Encontrarme con esta familia ese mediodía fue una experiencia grata, que me llenó de bellos recuerdos, sobre todo al presentarme la siguiente fotografía (y de cuyo contexto voy a hablar en este post):


Kill 'Em All


Es difícil saber con precisión cuando fue tomada este foto, pero me atrevo a decir que fue en 1990, cuando yo estaba en tercero o cuarto semestre de Preparatoria. Así que yo tenía unos 17 años de edad. Eran los días en que Metallica dominaba el mundo con su "...and Justice for all", álbum que contiene la poderosa balada "One" que se popularizó con el primer video del grupo en MTV. Como ocurría comúnmente con los grupos que uno iba descubriendo, comprábamos sus discos anteriores (aunque en formato de cassette) por eso tengo en mis mano izquierda el "Kill 'Em All" con el que Metallica debutó en 1983. 
Ahí estaba con mi amigo Cuiti (quien había sido un popular bailarín de Breakdance) y con su primo Alfredo Guevara, quien además era mi vecino en la colonia La Sierra del municipio de Teapa donde crecimos. Ese mueble rojo es inconfundible de los años en que prácticamente vivíamos en la casa del amigo Julio Valdivia, aunque ya eran prácticamente los últimos años que pasaríamos juntos, pues finalmente la prepa y la universidad terminó de separarnos por completo.
La preparatoria fueron para mí los años en que aprendí a disfrutar de la música y ampliar mis horizontes con los distintos estilos, tanto de la cultura popular mexicana, como la tendencia mundial hacia el house y el rap, mientras que un grupo de grandes amigos me introdujeron al thrash metal y otros al synth pop de bandas como Depeche Mode. Estábamos en ese momento sin internet, sin discos compactos, sin grunge, pero muy firmes en la amistad de esas que se valoran para siempre. Estábamos en el umbral de un nuevo tiempo. 

jueves, 3 de marzo de 2016

Zelic “La Nueva Tierra” - Raiza Revelles · Sebastián Arango


Zelic es mi segundo libro y primera novela del 2016, comencé a leerlo el 14 de febrero y lo concluí el miércoles 2 de marzo por la madrugada.
Es una novela de ciencia ficción escrita por dos jóvenes estrellas del YouTube, la mexicana Raiza Revelles y el colombiano Sebastián Arango. En ese sentido es destacable que siendo su primera obra literaria hayan logrado un buen producto, una buena historia, que es coherente de principio a fin. Me da gusto que los jóvenes se atrevan a escribir y a dejar algo mucho más duradero y más profundo que un simple video para sacar risa como es costumbre de los afamados vloggers.
En una sociedad futurista donde los humanos han dejado la Tierra y pueden viajar a otros mundos, quizás a otra galaxia, existen nuevas formas de organización, como sucede en Hutrón donde vive el ciudadano Y017713937, a quien le gusta que le llamen 7. En algún momento al inicio de la lectura dudé si el narrador era hombre o mujer, pero en realidad es un hombre solicitario aficionado a la ciencia, la tecnología y la producción de software.
El chico es ateo en primera instancia y este aspecto de su personalidad lo desarrollan bien los autores del libro. Suena lógico que una sociedad altamente tecnificada haya abandonado las creencias y las religiones -en teoría- porque al final del libro nos vamos encontrar con sorpresas. Ese argumento sobre la religión y Dios, fue un buen acierto de la dupla Raiza-Sebastián y lo manejaron muy bien, al grado de que al final suele ser también el punto medular de la historia.
Más allá de los personajes, me parece que Zelic tiene una dimensión filosófica que lo hace un buen libro. La búsqueda del sentido de la vida, la búsqueda de significados a palabras como amor y amistad es algo que le dan un buen sabor a esta historia. Al final resulta ser todo un drama lleno de lecciones a nuestras propias vidas y la forma narrativa es muy buena, no nos aburre, se lee rápido y a la vez con pausas.
Lo único negativo a mi parecer es que da la sensación de ser un libro escrito pretenciosamente para “volverse una película”, un libro a modo para triunfar, y por eso mismo parece recopilar escenas de películas o de clichés del género. Entre veces nos recuerda a Star Trek, Los juegos del hambre o Divergente, y otras muchas películas que son entretenidas pero que carecen de profundidad, excepto la gloriosa Blade Runner, de la cual el libro también parece evocar.
Veremos con el tiempo si estoy algo acertado. Puede volverse película, o al menos ¿por qué no sacar una segunda parte? Los fans adolescentes de Sebastián Arango lo agradecerán mucho y nosotros los adultos lo disfrutaremos con un buen café.

martes, 2 de febrero de 2016

Steve Jobs, el mesías de la era digital

Villahermosa, Tabasco.- Por la mañana de este martes 2 de febrero de 2016, terminé de leer las 736 páginas del libro “Steve Jobs” la biografía del consejero delegado (director ejecutivo) de la empresa Apple, escrita por Walter Isaacson.


Todo comenzó el domingo 3 de enero de este mismo año, cuando en una tarde lluviosa me dispuse a ir a Cinépolis Deportiva para ver la película “Steve Jobs” dirigida por Danny Boyle y cuyo guión supuestamente está basado en el libro citado.
Antes de entrar a ver tal película sabía muy poco de Steve Jobs, salvo que había sido el cofundador de la empresa que había desarrollado las célebres computadoras Mac, el adorado iPod y el deseado iPhone, entre otros productos tecnológicos.
En lo personal he tenido dos iPods, que fueron para mí dispositivos muy queridos y los cuales disfruté bastante, el primero me lo arrebataron en un asalto callejero y el segundo lo perdí lamentablemente en una casa de empeño. De las computadoras siempre había preferido el entorno de Windows, hasta que hace poco más de un año me asignaron una Mac en mi trabajo y me pareció una herramienta poderosa para gestionar la producción de videos y el diseño gráfico.
Mi teléfono iPhone 5 lo tengo desde octubre de 2013, y aprendí también a apreciarlo por su sencillez y su sentido intuitivo, así como su gestión poderosa de recursos, aunque tenía yo quejas sobre el mismo -como es el caso de la poca duración de la batería. Pero fuera de eso no sabía nada de Steve Jobs ni de la historia de cómo llegó a impulsar la creación de estos gadgets bellos y poderosos.
De la película me sorprendió la sinceridad con la que aborda la personalidad de Jobs, sobre todo la parte de su irresponsabilidad con su primera hija Lisa y de cómo la recuperación de esa paternidad con el correr de los años lo llevó a pensar en crear en un dispositivo que supliera al obsoleto Walkman que siempre llevaba Lisa, aunque no podemos comprobar que el iPod haya nacido de esa necesidad.
Del resto de la cinta tampoco sabía mucho del lanzamiento del Macintosh en 1984, del video promocional en el Super Bowl que fue dirigido por Ridley Scott y que hace alusión a la novela “1984” de George Orwell; ni del iMac o de la aventura con la compañía NeXT que Jobs vendió posteriormente a su antigua compañía Apple de la cual había sido despedido a pesar de haber sido su creación.
Al día siguiente, el lunes 4 de enero busqué en Youtube la película de Jobs protagonizada por Ashton Kutcher, la cual vi en Youtube aunque doblada al español “ibérico” y no latinoamericano. Me pareció que lejos de rivalizar, las películas son complementarias y una base para poder leer la biografía oficial de Isaacson, la cual le fue encargada por el mismo Jobs y está basada en entrevistas con muchas de las personas que convivieron con él hasta el día de su muerte por causa del cáncer.
Del libro puedo decir que es una gran obra, minuciosa y que deja muy pocos elementos sin tocar acerca de la vida de Steve Jobs. Descubrí muchas cosas que me motivaron en lo personal, la filosofía que llevó al éxito a Apple de la mano de Jobs creo puede aplicarse a muchas áreas de la vida. Tiene elementos curiosos y hasta divertidos que nos muestran una personalidad compleja pero desafiante. Hay cosas que no podemos comprender a menos que recurramos al contexto de la sociedad norteamericana y a la influencia de la cultura liberal de los años 60’s.
En general es un libro recomendado para diseñadores gráficos, para líderes empresariales, para políticos que conforman grupos de apoyo y para todo joven que desea conformar un ideal para luchar por algo en la vida. Es una obra que puede ayudar a otros a descubrir el potencial que tienen, y es una referencia obligatoria para todo aquel que admire a este mesías de la era digital del siglo XX y XXI.