martes, 3 de julio de 2018

López Obrador la ruta por Tabasco

López Obrador la ruta por Tabasco
(Parte 3/3)

Por Arturo Sánchez G. 

“Yo quiero ser gobernador de 6 años, quiero hacerlo bien, 
es la máxima aspiración de mi vida política… 
porque mi pasión está en Tabasco…
mi formación está hecha para servir a Tabasco”
(Roberto Madrazo. 
Secretaría de Información y Propaganda del CDE del PRI
Folleto Entrevistas 2 Cambio Cierto 1994)

El sueño de Roberto Madrazo Pintado por gobernar Tabasco le costó 241 millones de pesos. De acuerdo como se reveló muchos meses después en las “cajas de la infamia” que contenían los archivos de la Secretaría de Finanzas del PRI estatal. Ese fue el precio de la elección de 1994 en la que Andrés Manuel López Obrador perdió por segunda ocasión la gubernatura. Se estima que este monto superó dos veces lo que oficialmente gastó el candidato presidencial Ernesto Zedillo en la elección de ese mismo año.



Revisemos. El 8 de junio de 1994, Roberto Madrazo fue postulado ante la militancia priísta como candidato al gobierno del estado para el periodo 1995-2000. Eventualmente sí llegaría a gobernar los seis años, aunque en contra de su voluntad, pues dejó el cargo momentáneamente para aventurarse en 1999 a buscar la candidatura a la Presidencia de la República, elección interna en la que fue aplastado por Francisco Labastida Ochoa, quien a su vez sería el primer candidato priista en perder el poder, al sucumbir en el 2000 frente a la ola de alternancia que encabezó Vicente Fox.
Como premio de consolación, Roberto Madrazo negoció la terminación de su mandato para operar su sucesión, donde impondría a su delfín Manuel Andrade Díaz por encima de Arturo Núñez Jiménez, quien se la había jugado con Francisco Labastida.
Pero regresemos al 27 de marzo de 1994, cuando Madrazo Pintado publicó en el suplemento “Enfoque” del diario nacional Reforma, parte de su visión política, y lo que pensaba de Andrés Manuel López Obrador, quien a su juicio abanderaba “el viejo modelo de hacer política, con su autoritario cortoplacismo, ayuno de ideas y de planeación”.
Agregaba Madrazo “el fortalecimiento de la oposición es también parte de la crisis del retorno; ella misma constituye uno de los extremos del dilema, por ello está muy lejos de representar su solución. Su propuesta también es arcaica, refractaria al cambio hacia delante y excluyente frente a la modernización regional y nacional. Al igual que los intentos restauradores que la originaron, se concibe dentro de una autarquía localista, que se obsesiona con hacer regresar a Tabasco en el tiempo, a cuando el precio internacional del petróleo alcanzaba los 36 dólares por barril”.
Madrazo Pintado -el hijo del Ciclón del Sureste, Carlos A. Madrazo- proponía “acabar con la incertidumbre y retomar la transición; se requiere… un nuevo pacto que incluya a todas las fuerzas políticas locales”. Ese pacto nunca llegaría. AMLO declaraba al diario El Financiero, el 4 mayo de 1994, que con cualquier priista “excepto con Roberto Madrazo” estaría dispuesto a formar un pacto de civilidad.
Vino la elección y los resultados favorecieron al candidato priista que como gobernador en funciones no pudo entrar a Palacio de Gobierno, hasta la tarde del jueves 19 de enero de 1995, cuando grupos porriles abrieron a fuerza de golpes las murallas humanas de perredistas apostados en las diversas entradas de Plaza de Armas. Previamente el Frente Cívico de Tabasco, encabezado por los empresarios Manuel Ordoñez Galán, Alberto Banuet y Jorge Macías, paralizó el estado, sublevándose contra el gobierno de Ernesto Zedillo, a quien en voz de Pedro Jiménez León amenazaron con “separarse del pacto federal”.
La sublevación priista-empresarial echó abajo los acuerdos políticos de Zedillo con los partidos políticos nacionales, en donde el caso Tabasco era prioridad. ¿A quién benefició la insurrección priísta contra los dictados del poder central? Es difícil saberlo. De acuerdo con las distintas versiones, Madrazo tuvo bajo su brazo la renuncia al cargo, pues a cambio se le prometió ser nombrado como Secretario de Educación Pública, lo cual no llegó a concretarse ante la rebelión.
Sobre el período madracista, diez años después de la revuelta del 19 de enero, Manuel Ordoñez Galán sentenció, “Yo considero que Roberto actuó con base en su proyecto, pero no en base al nuestro. Y creo que es válido, pero también lo es poder decir que no se nos cumplió como tabasqueños” (Suplemento Fuera Máscaras. Abril 2005. Tabasco Hoy). De aquellos defensores de Madrazo, una gran mayoría se alejaron, Nicolás Haddad López, Pedro Jiménez León, Gustavo Rosario Torres, Arturo Núñez Jiménez, entre otros. Por eso, resultó extraño escuchar al Madrazo que aspiró a la Presidencia en 2006: “mi padre me enseñó que nadie que ame a México, busca su división”.
En 1995 con la consolidación de Madrazo como gobernador, López Obrador lanzó su plan de resistencia civil pacífica que terminarían por un lado por impulsar su prestigio nacional como líder opositor y por otro a dibujar un esquema que resultaría primordial años más tarde, un gabinete a la sombra, fungir como un “gobernador legítimo” que sí funcionó por tres años antes de irse a los escenarios electorales, desde cuatro alcaldías perredistas impulsó la creación de una universidad pública municipal, de desayunadores escolares y un plan de austeridad que les dio para cumplir con los compromisos electorales, acrecentando su base social.
Tabasco seguía siendo el vértice del Estado Nacional.  “Un año antes de que el Constituyente de Querétaro devolviera a los municipios la personalidad jurídica que había sido conculcada por los jefes políticos del porfiriato, el gobernador Francisco J. Múgica convocó a elecciones municipales. Veintiocho años antes que en el resto del país, Garrido reconoció el derecho de voto de la mujer y en los años treintas el presidente Cárdenas calificó a Tabasco como el laboratorio de la Revolución Mexicana” (Una democracia de carne y hueso. González Pedrero).

lunes, 11 de junio de 2018

López Obrador la ruta por Tabasco


López Obrador la ruta por Tabasco
(Parte 2/3)

Por Arturo Sánchez G.

Su carácter está organizado alrededor de un rasgo explosivo e inestable
 que ha sabido transformar en virtud política: la rebeldía.
 (Mario San Vicente. Abril 2005)

Tabasco víctima del fraude

Fue hasta el 1º de agosto de 1988 cuando Andrés Manuel López Obrador (AMLO) comenzó a ser conocido por el común de la gente en Tabasco. Ese día se registró ante la Comisión Estatal Electoral como candidato a la gubernatura, postulado por los partidos Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, Partido Mexicano Socialista, Partido Auténtico de la Revolución Mexicana y Partido Popular Socialista, para las elecciones a celebrarse el 9 de noviembre de ese año.
AMLO había sido director de Estudios Sectoriales de la Secretaría de Promoción Económica del gobierno del estado; director del Centro Coordinador Indigenista Chontal, del INI; delegado estatal de la Coordinación General del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados de la Presidencia de la República (COPLAMAR);  miembro de la Coordinación Colectiva de la campaña del candidato a senador (1979) Carlos Pellicer Cámara, director del Centro de Estudios Políticos Económicos y Sociales del CDE del PRI, y presidente del PRI estatal de enero a agosto de 1983.
“De ahí lo mandaron a la Oficialía Mayor del Gobierno de Enrique González Pedrero y sólo duró 24 horas porque renunció junto con 54 colaboradores para irse a la Ciudad de México” (Diario Tabasco Hoy. 1º de agosto de 1988). En la capital del país se desempeñó como director de promoción del Instituto Nacional del Consumidor, donde fue recomendado a Clara Jusidman por Ignacio Ovalle, son los años del destierro voluntario en los que además de su función pública, se dedicó a terminar su tesis de licenciatura y escribir su primer libro.

Carta de renuncia de AMLO al gobierno de Enrique González Pedrero en 1983. Un hito en su trayectoria, se refugió en la Ciudad de México para titularse. 

En 1988 tras la invitación de Cuauhtémoc Cárdenas para encabezar el Frente en Tabasco, López Obrador tuvo un breve titubeo ante la magnitud de una lucha contra la hegemonía priista en la entidad, pero finalmente aceptó. Durante las primeras semanas se unieron a la campaña, importantes miembros priistas que renunciaron de manera pública. Entre ellos destacan, Laureano Naranjo Cobián, secretario auxiliar de la Secretaría General del CEN del PRI en 1982; y el diputado federal recién electo el 6 de julio (1988), Darwin González Ballina, quien fungía al momento de la renuncia como líder estatal de la CNC.
            Estas adhesiones movilizaron la estructura del PRI y para demostrar su fortaleza organizó una concentración masiva presidida por el secretario general del CEN, Manuel Camacho Solís (¡oh sorpresas de la vida!, quien sería coordinador de las Redes Ciudadanas AMLO 2006), y por Hugo Olivares Ventura, líder nacional del sector campesino priísta. Ambos líderes se entrevistaron durante su estancia en tierras tabasqueñas con el candidato Salvador Neme Castillo, así como con los ex gobernadores Leandro Rovirosa, Mario Trujillo, Manuel R. Mora, Enrique González Pedrero, y el gobernador sustituto José María Peralta López.
            Mientras la clase política priista se reunía, AMLO arrancaba su recorrido proselitista en las comunidades chontales del municipio de Nacajuca, donde “fincó su fuerza, en base a la derrama de recursos del programa Coplamar” [Tabasco Hoy. 6 de agosto de 1988]. Doce días después de iniciada la campaña opositora, se empezaron a desatar en medios periodísticos versiones de fuentes desconocidas, algunas veces presentadas como miembros de los sectores productivos, donde se denunciaba que “extranjeros de origen cubano y boliviano organizaban un complot contra el sistema mexicano en pleno corazón de las comunidades chontales”.
            Por el lado de la campaña de Salvador Neme, el 25 de agosto los canales locales de televisión difundieron simultáneamente en vivo el mensaje de campaña del candidato priista, evento que fue repetido el 30 de agosto. En un artículo publicado por Tabasco Hoy, el periodista escribe sobre el cambio de Vocal Ejecutivo de la CORAT, Azarías Pérez de la Cruz en sustitución de Pedro Jiménez León, “la semana anterior, el lunes 1º de agosto tomó posesión del cargo, y 48 horas después dispuso, mediante un memorandum, la censura a toda la información relacionada con López Obrador”.
            Para el mes de noviembre, ocho días antes de las elecciones, López Obrador había recorrido 769 poblados en 16 municipios de la entidad; por su parte “el PRI ha redoblado esfuerzos en esos lugares que le representan algún peligro electoral: Paraíso, Nacajuca, Cárdenas, Huimanguillo y Macuspana, ha realizado 460 mítines, sus candidatos han efectuado 522 visitas a comunidades y 170 a centros de trabajo, aparte de la actividad de proselitismo en el resto del estado”. [La Jornada. 1 de noviembre 1988. Pág. 12.]
            El 1º de noviembre en conferencia de prensa en la capital del país, el senador y presidente del CDE del PRI en Tabasco, Roberto Madrazo Pintado, calificó al FDN como “antidemocráticos, arbitrarios, irresponsables, oportunistas, dogmáticos, ignorantes de la ley electoral, carentes de capacidad política y representatividad popular, además de provocadores e incitadores de la violencia” [La Jornada., 1 de noviembre 1988. Pág. 1], además aseguró la victoria total para su partido en las elecciones.
            Este clima de descalificación persistió en los últimos días, el jueves 3 de noviembre, Luis Donaldo Colosio acusó de “terroristas políticos a quienes radicalizan grupos, provocan histeria social, destruyen valores y sustituyen la política con la violencia” [La Jornada. 4 de noviembre 1988. Pág. 8], ese día por la tarde, el líder de los ganaderos Arcadio León Estrada, aseveró que la oposición “está queriendo agitar Tabasco; esa oposición no merece nada, mucho menos respeto”.
            La prensa estatal tomaba cada frase descalificadora para sus ocho columnas o notas más importantes, reflejando los discursos cada vez más fuertes como anotaron enviados especiales de diarios nacionales. Neme Castillo comparó a los “provocadores” con “las fuerzas de choque del nazismo de Hitler”.

La organización del naciente perredismo en Tabasco, se basó en ser al mismo
tiempo partido y movimiento, en síntesis ser una oposición real al régimen.

Fotos: Tomás Rivas.


Finalmente las posiciones se fijaron a un día de las elecciones: “Democracia o abstencionismo: Neme; riesgo de ilegitimidad: López Obrador” [Contraportada de La Jornada. 8 de noviembre 1988].
            Las cifras oficiales dieron a Neme Castillo el 77.91 por ciento de los votos y a López Obrador el 21.18 por ciento, sufragando el 38 por ciento de los empadronados, anulándose 42 mil 672 votos. De esta experiencia, López Obrador escribiría el libro “Tabasco víctima del fraude electoral”, luego dirigió sus esfuerzos en organizar al recién creado PRD, para presentarse en las elecciones intermedias de 1991.
Siguió centrando su atención en las zonas chontales del estado, pero intentó la penetración en otras zonas urbanas. Con 75 mil 271 votos el PRD protestó y después de un recorrido a la Ciudad de México, el llamado "Éxodo por la Democracia" logró que se le reconocieran la alcaldía de Cárdenas en forma de Concejo Municipal, así como se formaron otros concejos con priístas a la cabeza en Nacajuca y Macuspana.
            Después de 1991, AMLO continuó como presidente estatal del PRD, hasta el 31 de mayo de 1992 cuando fue relevado por Darwin González Ballina. Ese año el PRD logró adherirse a cientos de trabajadores despedidos de Pemex; las demandas de liquidación de petroleros, el apoyo a productores con carteras vencidas y demandas de campesinos de afectación a tierras fueron los ingredientes que el perredismo utilizó para ganar seguidores e intentar alcanzar la gubernatura en 1994.
            En la próxima (tercera y última parte): la sublevación de los empresarios y políticos junto con Roberto Madrazo al gobierno federal.

domingo, 10 de junio de 2018

López Obrador la ruta por Tabasco


López Obrador la ruta por Tabasco
(Parte 1/3)

Por: Arturo Sánchez G.

Una democracia de carne y hueso

En todo México, el PRI inició la década de los ochentas como la organización política mayoritaria desde el gobierno del presidente Plutarco Elías Calles. Según relata Enrique González Pedrero en su libro “Una democracia de carne y hueso”, fue durante su campaña como candidato priísta al gobierno de Tabasco, en 1982, cuando se “estimuló a la población para que formularan sus problemas y colaboraran en la reflexión sobre las soluciones posibles. Como pactos de campaña, los programas mínimos municipales fueron suscritos, en cada municipio, por los candidatos del partido. Su definición significó la promesa de que los ayuntamientos cumplirían, por lo menos, con las acciones recogidas en la primera etapa de la campaña”.

Enrique González Pedrero, en cuyo gobierno AMLO fue presidente estatal del PRI y
 efímero Oficial Mayor. (Foto: internet/ Libro "El agua tiene memoria".

            Una vez como gobernador de Tabasco, Enrique González Pedrero se propuso, como él mismo escribe, comprometer el aparato gubernamental con el pueblo a través de asambleas populares donde los ciudadanos constataran los avances logrados y producir “el interés público en la cosa pública”. El primer trienio fue para el mandatario “la preparación de la democracia”, de tal forma que en este período los tabasqueños estuvieran familiarizados en intervenir “de manera directa en las decisiones políticas”.
            El 21 de agosto de 1985, en los diarios de mayor circulación en la entidad, el Comité Directivo Estatal del PRI anunció que el proceso de selección interna para proponer candidatos a las presidencias municipales de Tabasco, se llevaría a cabo mediante la consulta directa a las bases militantes. En su tercer informe de gobierno, González Pedrero dijo, “el procedimiento de consulta directa a las bases, para seleccionar candidatos a regidores en los 17 municipios del estado, ratificó que el partido en el poder está radicado en el pueblo”.
            El entonces presidente del CDE del PRI, Andrés Manuel López Obrador (33 años) escribió en un artículo meses después, “al pueblo de Tabasco le sobra entusiasmo para impulsar las transformaciones democráticas. Esto se demostró, una vez más, en el anterior proceso electoral para seleccionar candidatos a presidentes municipales del PRI… los resultados fueron sorprendentes: el partido aceptó la democracia con todas sus consecuencias y el pueblo respondió con responsabilidad y entusiasmo”. (Sociedad y Política, Andrés Manuel López Obrador. Revista de la Universidad. Sep-Dic. 1986. Num. 13 y 14, Pág. 62)
Aunque el período gubernamental de González Pedrero ha sido visto desde diversas perspectivas, la mayoría de los analistas coinciden que su gestión tiene saldos positivos. Por otra parte, Ángel Buendía Tirado señala que “fue impulsor de prácticas políticas municipales que influyeron sustantivamente en los componentes electorales de la democracia”. (El cambio, la única constante”. Tabasco: Realidad y Perspectivas. Tomo III. Pág. 85)
Es decir, se mostró una manera diferente de elegir candidatos a puestos de elección popular. “Más adelante el abandono de estos procedimientos trastocaría el modo de operación de los grupos políticos municipales revirtiendo un sustantivo avance. En los años siguientes, ante un Tabasco que se transformó aceleradamente, las fuerzas políticas tradicionales no giraron a la misma velocidad del cambio experimentado y poco a poco fueron rezagándose del proceso de transformación que propició la experiencia del petróleo y el avance de los procedimientos democráticos. Nuevos elementos de la cultura política entran en escena y ello estimula la gestación de distintas formas del quehacer político”. (Buendía Tirado Ángel. “El cambio…”).
Precisamente esas nuevas formas del quehacer político se comenzaron a gestar en 1988. Después de las elecciones federales del 6 de julio, el recién creado Frente Democrático Nacional, un movimiento de ruptura al interior del PRI, que bajo el liderazgo de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano había logrado poner sobre las cuerdas al nuevo régimen de Carlos Salinas de Gortari, comenzaba su ascenso como principal partido de oposición en la izquierda y más tarde se convertiría en el Partido de la Revolución Democrática.
El Frente Democrático Nacional en Tabasco, lanzaría como su candidato a la gubernatura para las elecciones de noviembre de 1988 a un conocido en la clase política priista, Andrés Manuel López Obrador. Por su parte el PRI se había decantado desde mayo por la candidatura del Senador Salvador Neme Castillo, quien -basado principalmente en su amistad con el padre de Carlos Salinas- había superado a Nicolás Reynés Berezaluce, José Gamas Torruco y a un joven Roberto Madrazo Pintado.
El académico y político cercano al proyecto de Arturo Núñez Jiménez, José Antonio de la Vega Asmitia escribiría: “En efecto, la conformación del PRD; su advenimiento como segunda fuerza política-electoral y su penetración en los sectores más marginados del estado, produjo una movilización que puso a prueba el esquema tradicional de decisiones del aparato político. Las respuestas fueron las mismas ante los nuevos planteamientos y cuestionamientos. Hubo un desequilibrio. Ante nuevas demandas, mismas respuestas. Ello propició la desestabilización del sistema político local”. (De la Vega Asmitia, José Antonio. “Tabasco: el advenimiento de una nueva cultura política”. Tabasco: Realidad y Perspectivas. Tomo III. Pág. 95)
En la próxima entrega veremos la manera como se construyó la primera campaña de Andrés Manuel López Obrador al gobierno de Tabasco en 1988, analizando el trato de la prensa al candidato de oposición, el papel de Roberto Madrazo Pintado como coordinador de la campaña de Salvador Neme Castillo, y cómo todos estos elementos de confrontación (personajes y estrategias) diseñarían la escena política local durante los próximos 24 años hasta el ascenso al poder de Arturo Núñez Jiménez por las siglas del PRD, mientras que consolidarían el perfil político del oriundo de Tepetitán, hoy (2018) en las puertas de la Presidencia de la República.

AMLO, en 1988, enfocó su campaña en consolidar su liderazgo en las
zonas indígenas de Nacajuca y Macuspana, lo que le daría capacidad
de movilización en los próximos años.

Salvador "Chavo" Neme, con un estilo popular, gobernó con sus amigos,
enfrentó al naciente perredismo, pero fue la clase política priista
contraria la que lo sacaría del poder en enero de 1992.

martes, 5 de junio de 2018

Marbella un árbol frondoso

La vida es un eterno retorno de lluvias y rostros.
Es un eterno viaje hacia las mullidas palabras
Que calan imágenes
Y desiertos en el corazón.
(Ciprián Cabrera)



6 de junio de 2018. Se cumplieron 9 años de la tragedia del incendio en la guardería ABC en Sonora, donde perdieron la vida 49 niños y muchos otros sufrieron quemaduras que los marcaron de por vida. Leí esa noticia en el matutino de aquel sábado en el que entrada la noche mi madre falleciera en un hospital de Villahermosa. Su partida fue inesperada, aún recuerdo los pasos de mi padre como plomo caminar por el pasillo tras recibir la noticia, luego mis hermanas y hermano, que tardarían meses en superar el dolor de no tenerla físicamente.
Hoy hago un repaso en mi mente, hablo con los recuerdos, a sus imágenes que habitan en mi interior y que sólo rompen el silencio durante algunas noches en los sueños oníricos. “Tomar lo mejor y seguir adelante” es una frase que me acompaña ayudándome a poner en perspectiva las situaciones inexorables de la vida, ninguna como la muerte, que está marcada en el destino de cada ser humano.
Bien dice Fromm en el Arte de amar que “el hombre está dotado de razón, es vida consciente de él mismo, tiene consciencia de sí mismo, de sus semejantes, de su pasado y de las posibilidades de su futuro. Esa conciencia de sí mismo como una entidad separada, la conciencia de su leve paso por la vida, del hecho de que nace sin que intervenga su voluntad y ha de morir sin que intervenga su voluntad, de que morirá antes de los que ama o estos antes que él”.
Por eso la importancia de esa conciencia encuentra eco en el andar de mi madre, de Marbella, la amiga, hermana y compañera que supo trascender con un legado que sigue fructificando aún en su ausencia. Crecida en una semi orfandad, apenas cobijada con lo básico encontró siempre la forma de dar sentido a su existencia, fuera estudiando, trabajando y luego forjando una familia de la que se volvió un árbol frondoso que ofrece sombra, protección, fortaleza emocional y sabiduría.
Al final de sus días ese árbol ya se había ramificado en muchas personas a las que inspiró, fortaleció y ayudó en el sentido más extenso del amor a la humanidad. Movida por su fe, vio lo invisible y lo abrazó. Hoy seguimos viéndola en el mundo de lo invisible, de las palabras y los recuerdos, seguimos caminando con la satisfacción de haber sido amados por ella, de haberla conocido, aprendiendo a vivir en el tiempo presente, sí, a ser felices con la certeza de que un día todo será mejor. Nos extendemos hacia ese propósito.